lunes, 3 de marzo de 2014

Ucrania, Venezuela y el remojo de la barba

La ultraderecha ucraniana apoyada por la UE y EEUU fueron la base del golpe de Estado

¿Por qué en Ucrania cae el gobierno y en Venezuela la derecha está lejos de conseguir su objetivo? Hay varias razones, pero en mi opinión una de las principales es la diferencia en cuanto al fortalecimiento o ausencia del poder popular en uno u otro país.

A pesar de las diferencias políticas, sociales, culturales e históricas que puedan separar la actual coyuntura en Venezuela de la situación en Ucrania, nos une el impulso de EEUU y/o la Unión Europea en la aplicación de la estrategia de la “revolución pacífica” para derrocar gobiernos contrarios a sus intereses.

En el caso de Ucrania, Yanukovich y su equipo no supo (o no pudo) construir o impulsar un tejido político-social y/o popular con el cual articular para elaborar y ejecutar políticas públicas y llegar al corazón mismo de las comunidades. Al llegar este momento de defensa de lo alcanzado no hubo quien lo defendiera, solo la fuerza pública.

Sin pueblo organizado, ni medios de comunicación a favor, la total alienación, la histeria colectiva y la violencia política generadas con métodos del golpe suave impulsado desde la UE y EEUU, arrastró la institucionalidad y concretó el golpe de Estado que finalmente derrocó a Yanukovich.

Ahora la tensión bélica invade, no sólo esa región sino a todo el planeta por la respuesta militar de Rusia ante la clara injerencia de las potencias occidentales en Ucrania. Ahora los manifestantes, hace dos días violentos y deseosos de sangre, los medios corporativos del mundo y hasta la ONU piden y rezan por la paz.

En Venezuela, por el contrario, algo muy curioso ha sucedido. El gobierno de Maduro respondió con los organismos de seguridad de manera muy moderada ante las acciones subversivas y criminales de la ultraderecha venezolana.

Resistió con estoicismo y evitó desbocarse con el uso de la violencia institucional a las provocaciones de sus llamados a desconocer al gobierno legítimamente electo, a la Constitución y a la institucionalidad; a la vez actuó con firmeza ante las decenas de muertos, centenares de heridos y miles de millones de bolívares en pérdidas materiales que arrojaron las acciones vandálicas (y que lamentablemente aún arrojan).

Las corporaciones mediáticas han tenido un trabajo difícil consiguiendo imágenes de una represión supuestamente ordenada por la “dictadura castro-chavista”, teniendo que apelar a imágenes falseadas y descontextualizadas; mientras que en Washington han tenido que apelar a los artistas de la industria del entretenimiento capitalista para tratar de legitimar la idea de abusos del gobierno de Maduro y de crisis institucional en Venezuela.

El llamado del Gobierno Bolivariano a la Conferencia Nacional por la Paz es sin duda una acción hábil y novedosa. Generalmente se convocan espacios como estos cuando la crisis, la muerte y la destrucción son masivas y ya no queda otra opción que dialogar. El gobierno de Maduro supo evitar y anticiparse a esa triste suerte.

Los sectores junto a un importante parte de la derecha venezolana coincidieron en el reconocimiento del Gobierno Bolivariano y de la Constitución, así como en el rechazo categórico a la violencia. La otra parte de la derecha venezolana, la ultra, la violenta, la más comprometida (y endeudada) con Washington, parece por ahora aislada lejos de sus objetivos subversivos.

No obstante, por encima de todo lo anterior, el gobierno de Nicolás Maduro y este amplio sector de la derecha venezolana que se subscribió a las acciones por la paz, saben que la revolución cuenta con una gran y muy activa base popular organizada.

Que exista un fuerte y consciente poder popular en Venezuela es lo que impide que la derecha violenta salga a hacer desastres más allá de los pocos municipios pequeño-burgueses del país. Este grado de organización en la base revolucionaria además permite que las situaciones no se descontrolen y evitar así la imagen que el imperio necesita para justificar una intervención en Venezuela.

Adicionalmente, todos en el país saben que el poder popular no surge en estos años de revolución sino que viene de más de 70 años de resistencia y lucha contra verdaderos regímenes opresores y dictatoriales afines a los EEUU, así que no puede ser engañado fácilmente, ni por propios ni por extraños.

El poder popular con su consciencia y su fuerza, es lo que verdaderamente sostiene y sostendrá la estabilidad democrática del país siempre y cuando el Gobierno Bolivariano mantenga firme su apego a los ideales socialistas y avance en la transferencia del poder a ese pueblo que tiene la tarea de irse preparando cada vez más para asumir las riendas de la sociedad venezolana y convertirse en ejemplo de ese otro mundo posible.

El facismo ucraniano toma el control del país
Esto quisieran EEUU y la UE que sucediera en Venezuela
La crisis del capitalismo mundial impulsa el fortalecimiento de la ultraderecha
Cuando creíamos que los fachos eran historia...
Fachos ucranianos y fachos venezolanos no son muy diferentes
 
Solo el pueblo salva al pueblo

La lucha es de clases, de pobres contra ricos
A transferir más poder al pueblo
El pueblo tiene que prepararse más tecnica y políticamente para asumir su rol histórico
La alegría, el optimismo y el amor caracteriza a l@s revolicionari@s
El pueblo es noble pero no pendejo, está organizado y tiene fuerza
Con el pueblo todo sin el pueblo nada
El pueblo humilde venezolano es por naturaleza antifacista y antiimperialista

3 comentarios:

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  2. Cannot write well in Spanish but it is a well written and thought article. It is very important to make sure people know there is huge differences between Venezuela and Ukraine.

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