Claramente ha sido demostrado ante el país que la mayoría de los detenidos no son estudiantes, además que quienes están detrás de las acciones vandálicas no son ningunos carajitos. Pero estos siguen con el tiqui titaquiti, el cuento del gallo pelón, de la imposibilidad de diálogo en Venezuela mientras “se reprimen y meten presos a los estudiantes”.
¿Qué haya enfrentamientos, asesinatos, violencia, disparos en todas direcciones, personas padeciendo por no poder llegar a centros médicos o a trabajar o para garantizar sus servicios básicos? ¿Es lo que quieren? ¿Con qué objeto, díganme? ¿Quieren que el gobierno les de la libertad para violar la Constitución y poder llevar a cabo un golpe de Estado?
Quienes nieguen que detrás de la MUD están los gringos lo hacen por “retórica” y por “discurso”, y quien sepa leer entre líneas habrán deducido que a estos tipos no les interesa ni les beneficia el diálogo y mucho menos una paz duradera.
Que me digan los de la MUD si Fedecámaras, Leopoldo Puchi, Lorenzo Mendoza o Hiram Gaviria ahora son chavistas. Díganlo pues. Es lo que les falta. ¿Son ellos retóricos y discurseros?
Si la MUD de verdad creyera en el diálogo y la paz, ¿no debieron haber sido ellos quienes llamaran a la Conferencia Nacional por la Paz? ¿No hubieran quedado ante el mundo como verdaderos demócratas? Pero como diría el filósofo del Zulia (el fuga'o), no se le puede pedir “peras al horno”. No se les puede pedir ser algo que no son.
Ante la pregunta en el título, la respuesta es sin duda: “o qué”. Cualquiera con 2 dedos de frente podrá a estas alturas entender las grandes presiones de Washington sobre la MUD para que hagan valer esos 5 millones de dólares (sin contar los que pasan bajo cuerda) y todo el acompañamiento brindado por EEUU para derrocar a Nicolás Maduro.
... y disculpen mi ausente lenguaje de paz, pero estos panas hacen muy bien su trabajo psicológico para sacar de sus casillas a cualquiera.
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