domingo, 25 de mayo de 2014

Un domingo en la Caracas Bolivariana


La gente de paz marca su esencia en las calles de este lado de la ciudad

Hermosa jornada, el brillo del sano reír y disfrutar. En paz. 

Como una elección clara y contundente de quehaceres que construyen el alma de la revolución en Venezuela, caraqueños y caraqueñas (y aquellos quienes estamos prestados en esta ciudad) decidimos disfrutar de la risa, la cultura, la conciencia, el ejercicio, en los espacios recuperados para el pueblo trabajador por el Gobierno Bolivariano.

Una elección contraria a la amargura de las clases pudientes y su terrorismo, contraria a los deseos de la potencia gringa desesperada por allanar nuestra geografía para desangrarla y violarla.

Les brindo tan solo una sencilla mirada a lo que se respira en el lado amable de la ciudad, el lado de los pobres en rebeldía, el de los trabajadores y dignificados, el de los poetas del pueblo y los soñadores, en el lado donde tanto lloramos y aún vertimos lágrimas por Chávez.

No será una revolución perfecta pero este día sin mezquindad y de tanta entrega solo es posible en esta REVOLUCIÓN CHAVISTA Y BOLIVARIANA. 

Los chamos sin desparpajo demuestran su destreza con sus bicicletas en la avenida Bolívar de Caracas, trancada solo para ellos


El eterno líder del rock nacional venezolano, Paul Gillman, en concierto por la paz con el comandante supremo cerca del corazón siempre

El latir llanero, esencia de nuestra esencia, presente en esta fiesta de contrastes culturales en honor a la paz y la libertad


Uno de los tantos parques lleno de las risas y la creatividad de nuestras promesas futuras. Uno de los millares de parques que la revolución bolivariana construyó para los hijos del pueblo trabajador